En menos de un semestre, la pandemia de Coronavirus transformó la situación de muchas compañías y difícilmente puedan volver a lo que fue, al menos en lo que refiere a la organización y gestión de sus procesos. Y más allá de que las empresas deberán agregar a sus procesos habituales muchas nuevas regulaciones de cumplimiento obligatorio para poder operar, lo cierto es que para poder analizarlos y ajustarlos ya no se convocar a una reunión, pegar papeles de colores en las paredes y cerrar el día con un café entre amigos. Al menos no por ahora.
Contar con procesos ágiles y digitales se volvió una norma en este contexto que llegó para quedarse. Para contar con una radiografía completa sobre la cantidad de empresas argentinas que cumplen con este requisito, nos acercamos a los CIOs de compañías líderes en industrias como seguros, retail y producción de alimentos. Nuestro relevamiento reveló que el 57% de los encuestados aún no ha digitalizado sus procesos con impacto financiero lo cual agrega un cierto margen de error frente a indicadores importantes como el EBITDA. Entonces, ahora que las fusiones y adquisiciones parecen recobrar un pico de actividad, si dos empresas tienen el mismo resultado financiero, pero obtiene los resultados de procesos manuales y la otra de forma automática ¿cuál les resulta más confiable para hacer negocios? ¿En cuál harían una inversión?
El mercado ya está dando muestras de que habrá movimientos entre las empresas, con procesos de inversión, fusión y adquisición, ya sea por la oportunidad de un sector, por la necesidad de unir esfuerzos o bien para complementar el portafolio. En cualquier caso, sólo entre fines de julio y principios de agosto hubo varios anuncios al respecto. Mientras Chevron anunció la compra de Noble Energy por unos 13.000 millones de dólares, Globant anunció la compra de Grupo ASSA en América Latina y Analog Devices adquirió por $19.800 millones de dólares a otro fabricante de chips. En este contexto, digitalizar y automatizar no sólo facilita el ahorro de costos y genera tiempo para que el talento humano pueda pensar nuevas iniciativas comerciales, sino que garantiza la calidad de la información sobre la cual se hacen las valuaciones de las organizaciones y se elaboran sus diagnósticos de situación. El COVID-19 mostró que es posible tener ese nivel de detalle y que el proceso para alcanzarlo es disruptivo, pero mucho más simple de lo que se imaginaba.
Esta tendencia explica un poco la situación actual y ayuda a entender lo que viene para los próximos meses: 8 de cada 10 organizaciones ya han definido o asignado presupuesto para trabajar en la digitalización de sus procesos, particularmente aquellos con impacto financiero, a partir del cuarto trimestre de 2020 o comienzos de 2021. Aquellas empresas que no aprovechen esta oportunidad para transformarse se quedarán en el camino y eso se notará más temprano que tarde.
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